martes, 11 de septiembre de 2018

LA SEGUNDA VENIDA DE JESUCRISTO ES UN HECHO CONTUNDENTE



Las diferentes interpretaciones de los acontecimientos de la segunda venida de Cristo han servido para dividir iglesias cristianas y para formar sectas religiosas a lo largo de toda la historia eclesiástica. 
 Muchos grupos religiosos han puesto fecha a este futuro evento celestial, arrastrando con ellos a muchos creyentes sin fundamentos y conocimientos bíblicos. Y cuando ven que todo sigue normal el dia señalado, que nada extraño acontecía, entonces, tratan de justificarlo, y es cuando se forman estos grupos, entre los cuales persisten mucho hoy.
El Señor Jesús, conociendo el futuro de toda la humanidad como Dios, sabía que estos hechos se iban a presentar después de su partida hacia la diestra del Padre Celestial. Es por esta razón que les advirtió a los discipulos antes de su ascenso en una nube que no se dejaran engañar, porque en los postreros días (últimos tiempos) se levantarían falsos maestros que dirían HE AQUI EL CRISTO, que no le creyeran, porque primero tenía que acontecer una serie de eventos antes de que llegara el fin.
A lo largo del Antiguo Testamento encontramos varios pasajes bíblicos que insinúan o describen la segunda venida de Cristo y todos sus acontecimientos antes, durante y después de suceder. Algunos hacen alusión al reino de Cristo sobre el trono de David, su tipo de gobierno y las condiciones de su reinado milenario, y otros hacen referencias a algunos de los hechos que se darán después de instalado su reino. Todo reafirmado en el Nuevo Testamento, siendo ampliamente explicado en el libro de Apocalipsis.
¿Cómo podríamos definir la segunda venida de Cristo?
Prestándole atención a los pasajes bíblicos que resaltan este tema, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, podríamos definir el evento de la segunda venida de Cristo como:
1.    Un acontecimiento mundial, sobrenatural, cuyo escenario es el cielo, de momentos de gran tribulación nunca vista, de espantos y gran confusión; que muertos y vivos verán, y que los que mataron a Jesús y todas las naciones de la tierra lamentarán no haber prestado atención al Plan de Salvación, cuando vean a Cristo aparecer en las nubes (Apocalipsis 1:7).

2.    La manifestación con poder y gloria de Jesucristo en las nubes del cielo; dando cumplimiento a la esperanza bienaventurada, la gloriosa Redención de todos los justificados por medio de la fe en Él, que esperaban con gran anhelo su regreso (Tito 2:11-12).

3.     Un evento en que las potencias de los cielos serán conmovidas, el sol se oscurecerá, las estrellas caerán del cielo y la luna no brillará, y en medio de toda esta confusión aparecerá con todo su esplendor y gloria, Jesucristo en las nubes del cielo que todo ojo verá (Mateo 24:29-30).

¿Cuál es el propósito de la segunda venida de Cristo?
Según los acontecimientos que sucederán ese dia, podemos deducir varios propósitos puntuales de la segunda venida de Cristo, según las referencias bíblicas señaladas:
1.    Reunir a sus escogidos, muertos y vivos, desde los cuatro puntos cardinales de la tierra, desde un extremo del cielo hasta el otro, con fuertes sonidos de trompetas tocadas por los ángeles (Mateo 24:31).

2.    Establecer su reinado eterno; y herir y gobernar con mano de hierro a las naciones de la tierra por mil años (Apocalipsis 19:15-16).

3.    Vengar la muerte de los santos y los profetas, y destruir a los impíos (Apocalipsis 16:4-7; 20:12-15).

4.    Arrojar al abismo a los demonios y a atar a Satanás por mil años para que no siga engañando a las naciones, y a apresar a la bestia y al falso profeta (Apocalipsis 20: 1-20).
  
5.    Rescatar a Israel de las naciones enemigas, que hacen guerra contra ella, y reafirmar su fe para que nunca más haya en ella maldición; y desde la nueva Jerusalén, Jesucristo gobernará la tierra como el Rey de reyes y Señor de señores (Zacarias 14:1-21; Joel 2:1-3). Su reinado será mundial y eterno.

6.     Juzgar a los muertos grandes y pequeños de la segunda resurrección (los que no tuvieron participación en la primera resurrección) ante el Trono Blanco de Dios, según sus obras inscritas en los libros. Y los que NO se encuentren en el Libro de la Vida serán lanzados al fuego eterno, de donde nunca saldrán jamás y la muerte no tendrá más señorío sobre ellos." 
"Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.  (Apocalipsis 20:11-15).  

¿Cuándo va a ocurrir la segunda venida de Cristo?
“El día y la hora nadie lo sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sólo el Padre. ...  Cristo vendrá a su tiempo” (Mateo 24:36; 1 Timoteo 6:15).
 Jesucristo vendrá después del cumplimiento de la apostasía, que consiste en que el hijo de perdición, un hombre pecador, se opondrá y se levantará contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto, y se sentará en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios (2 Tesalonicenses 2:3).
Antes de que Cristo venga, el mundo entero debe haber escuchado el Evangelio, para testimonio a todas las naciones, ya que ante ÉL se doblará toda rodilla, y toda lengua confesará a Dios (Mateo 24:14; Romanos 14:11).
Vendrá de sorpresa, como el ladrón en la noche que llega a robar sin ningún aviso previo, a la hora y el tiempo menos esperado... Pero podemos asegurar con certeza  viene pronto. Su venida ya no se retarda; está más cerca que cuando creímos (Lucas 12:40; 2 Pedro 3:9-10; Apocalipsis 22:7).  Y además, ya han pasado más de dos mil años del inicio de los tiempos postreros (días finales) y muchas de las señales que el Señor Jesús les dijo a sus discipulos que ocurrirían ante de su regreso, algunas ya han sucedido y otras están ocurriendo hoy.
La venida de Cristo será como el relámpago que sale del oriente y se alcanza a ver en el occidente (Mateo 24:27). Sera rápida y sorpresiva
“Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá, así como ladrón en la noche (de sorpresa); que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores de parto a la mujer encinta, y no escaparán” (1 Tesalonicenses 5:2-5).

Profecías de la segunda venida de Cristo en el Antiguo Testamento
·         Daniel vio el reinado eterno de Cristo.

“Y en los días de estos reyes, el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero ÉL permanecerá para siempre”, … (Daniel 2:44)

·         Zacarías profetizó sobre las grandes aflicciones de ese dia al ver al Señor Jesús, al que traspasaron.
Y derramaré sobre la casa de David y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito (Zacarias 12:10).

·         Joel profetizó sobre la destrucción de las naciones enemigas de Israel.

“Porque he aquí que en aquellos días, y en aquel tiempo en que haré volver la cautividad de Judá y de Jerusalén, reuniré a todas las naciones, y las haré descender al valle de Josafat, y allí entraré en juicio con ellas a causa de mi pueblo, y de Israel mi heredad, a quien ellas esparcieron entre las naciones, y repartieron mi tierra; y echaron suertes sobre mi pueblo, y dieron los niños por una ramera, y vendieron las niñas por vino para beber” (Joel 3:1-3).

·         Malaquías predijo la condenación de los malos y la salvación de los justos.

y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación;” ... (Malaquías 4:1-3)




Conclusión
La segunda venida de Jesucristo es un hecho decisivo y contundente. Las predicciones se cumplirán con absoluta certeza, cada una a su debido tiempo. Se cumplirá, así como fue cumplida en todos sus pormenores su primera venida al mundo como bebé, su obra, su muerte y su resurrección, sin olvidar el más simple detalle.

Será como en los días de Noé que las gentes estaban sumergidas en las faenas de la vida, en sus respectivos quehaceres diarios, metidos de cabeza en sus paciones desordenadas y en sus delitos desenfrenados, con corazones muy alejados de Dios. Ninguno creyó el anuncio de Noé sobre la venida de un gran diluvio, a pesar de su insistencia para que no murieran ahogados, y sólo se salvó él, su esposa y sus tres hijos con sus respectivas esposas (ocho personas en total. Genesis 7:23, Mateo 24:37). También será como el dia de Sodoma, que fue destruida repentinamente con azufre y sólo tres personas fueron salvadas, Lot y sus dos hijas (Génesis 19.24-29; Lucas 17:26-30).

Las profecías sobre la segunda venida de Cristo están claramente detalladas en la Biblia. Ellas revelan cada acontecimiento que la precede, así como, cada evento durante y después de suceder: tal cual está predicha por los profetas del Antiguo Testamento; tal cual Jesús lo enseñó a sus discipulos, y tal cual como los apóstoles lo enseñaron a las iglesias. Por lo que todo autentico cristiano y cristiana deben estar preparados y atentos a todos los acontecimientos mundiales y a todas las profecías sobre este gran y real evento que todo ojo verá, para no ser engañados y no perder la vida eterna, que es la única realidad de los seres humanos. 

La segunda venida de Cristo debemos tenerla presente las 24 horas del día, con nuestras lámparas encendidas, velando y orando, como lo enseñó Jesús en la parábola de las diez vírgenes que esperaban al esposo. Debemos ser como las prudentes, que nunca les faltaba aceite a sus lámparas. No seamos imprudentes, porque es cosa de vida o muerte, no sea que Jesucristo nos diga ese dia -“De cierto te digo, que no te conozco, apartate de mi y vete al fuego terno”- Velemos, pues, porque no sabemos el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir (Mateo 25:13) . 

Busquemos a Dos mientras pueda ser hallado y acerquemos a Él con verdadero arrepentimiento, a través de la muerte de Cristo, su Hijo amado, quien se entregó por amor para el perdón de nuestros pecados, a fin de que seamos liberados de la muerte eterna. AMÉN. 



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