jueves, 14 de febrero de 2019

LA MEJOR NOTICIA DE TODOS LOS TIEMPOS, QUE MUCHOS NO LE DAN IMPORTANCIA





EL DISCÍPULO DE CRISTO COMO EVANGELISTA

La evangelización es el acto de anunciar el EVANGELIO DE JESUCRISTO (LAS BUENAS NOTICIAS DE SALVACIÓN) que obedece a un proceso basado en principios, métodos, estrategias y técnicas, con el objetivo de brindarle la oportunidad a otros de recibir la gracia redentora de Cristo. Su meta es persuasiva para niños, mujeres y hombres; motivándolos, además del arrepentimiento, a convertirse en sus discípulos, personas que sirven con verdadero amor, entrega y respeto en la comunión de la Iglesia de Cristo ( asamblea de todos sus creyentes) como criaturas santas que han nacido de nuevo.
Es el llamado que Jesucristo les hace a todos sus seguidores, que han recibido por gracia su salvación. Esto significa que no es una cuestión opcional, si evangelizamos o no. Es un deber hacerlo (Mateo 28:18-20); sin egoísmo ni intereses particulares, ni mucho menos pensando en llenar de adeptos los asientos de la iglesia X para la recolección de muchas ofrendas. Esto sería blasfemar la Palabra de Dios. 
La evangelización es una actividad conjugada en una serie de acciones, las cuales hacen posible que el evangelio llegue a todo el mundo, pues, debe ser predicado a todas las naciones y pueblos, razas y lenguas, a fin de que Cristo avive su regreso por segunda vez a la tierra, ya que no vendrá antes de que el planeta completo lo conozca y sepa que él es el Señor (Mateo 24:14).  Aunque no todos lo reciban como su salvador ni crean en la validez de esta noticia.
El evangelismo, desde los tiempos bíblicos, es sometido a dos métodos: el evangelismo personal y el evangelismo en maza.  El evangelismo personal es compartir el evangelio directamente con una persona. Su éxito dependerá de la estrategia y técnicas utilizadas, la actitud y las vivencias del evangelizador.
El evangelismo en maza es la predicación o enseñanza del evangelio a pequeños y grandes grupos de personas, tales como: grupos de células (encuentros en hogares de un grupo reducido de personas), campañas de cruzadas evangelísticas (en mazas), redes sociales y diferentes medios informativos (libros, revistas, periódicos, radio, televisión...)
  En el Nuevo Testamento, la palabra evangelización está conceptualizada en cinco acciones estratégicas:
1.    Dar testimonio de Cristo. Esto es “testimoniar” que él es el Mesías prometido, de quien hablaron los profetas. La simiente de Abraham. El Hijo de Dios; quien, a la vez, era el mismo Dios que estuvo en la tierra; y que después de morir y ser sepultado con los muertos, resucitó al tercer dia (Hechos 3:25; 13:15; Gálatas 3:16; Juan 1:1-3)   

2.    Ser testigo de LAS BUENAS NOTICIAS DE SALVACIÓN que Jesús trajo a este mundo, siendo él el propiciador de esa salvación, diseñada desde antes de su venida y anunciada por los profetas. Esto es “atestiguar”, o sea, ser declarante y copartícipe de su evangelio de salvación para los que creen(Hechos 1:8; 8:26-37).
3.    “Compartir” LAS BUENAS NOTICIAS DE SALVACIÓN con todo el mundo, sin importar su etnia, creencias, estatus social y linaje (Mateo 28:18-20; Hechos 11:9-18).

4.     Anunciar el evangelio en todo lugar. Esto es predicar, mostrárselo o enseñárselo a todo pueblo y nación (Mateo 24:14).   

5.    Dar seguimiento a todo el que creyere, a fin de fundamentar su fe y enseñarlo a guardar y aplicar a su vida las enseñanzas de Jesucristo, convirtiéndose en un discípulo fiel, capaz de enseñar a otros (Hechos 15:36).
¿Cómo evangelizaban los primeros discípulos de Jesucristo?
1.    Predicaban y enseñaban el evangelio con poder y autoridad del Espíritu Santo (Hechos 4:31; 13:52).
2.    Testificaban de Jesucristo con sus actitudes, estilo de vida social (compartían todo lo que tenían y comían juntos) y su forma de adorar a Dios. Tenían el favor con todo el pueblo (Hechos 2:43-47; 4:32-34).
3.    Compartían el evangelio donde quiera que llegaban por encima de las persecuciones, encarcelamientos, azotes, amenazas y pena de muerte (Hechos 4:1-22; 7:55-60; 8:1-4)
4.    No podían dejar de decir lo que habían visto y oído del señor Jesucristo, por más azotes que le dieran y las amenazas de muerte (Hechos 4:1-21)
5.    Oraban sin cesar todos juntos, para que todos hablaran con denuedo y no tuvieran miedo al predicar el evangelio (Hechos 4:23-31).
6.    Hacían milagros y grandes prodigios, y daban testimonio de la resurrección de Cristo, a pesar de que los principales de la ciudad se lo tenían prohibido (Hechos 5:12, 15-16).
7.    Todos los días enseñaban y predicaban a Cristo en el templo y por las casas (Hechos 5:42)
8.    Eran ejemplos vivos de amor, santidad y respeto, de su fe común en Jesús, y del dominio de Las Escrituras.

¿Deben todos los creyentes en Cristo evangelizar a otros? ¿Por qué?
Es un deber de cada creyente evangelizar a otros por las siguientes razones:
a)     Porque hemos sido escogidos para anunciar las virtudes de Cristo, quien nos ha llamado de las tinieblas a la luz admirable (1 Pedro 2:9).
b)    Porque el evangelio del reino de Dios debe ser predicado en todo el mundo para testimonio a todas las naciones, para que luego llegue el fin (Mateo 24:14; Marcos 13:10; 16:15).
c)    Porque Jesús y sus discípulos iban por las ciudades predicando el evangelio del reino, y hemos sido llamados a imitarlos en todo (Lucas 8:1).
d)    Porque los primeros cristianos iban casa por casa y a todo pueblo y ciudad anunciando y enseñando el evangelio de Cristo, como pueblo de Dios, y así debemos hacer nosotros (Hechos 14:21; 15:35)  
e)    Porque el evangelio es poder de Dios para salvación a todos los que creen, sin importar su raza, lengua ni estatus social (Romanos 1:16).
f)     Porque Jesucristo nos envía a predicar su evangelio en todo lugar (Marcos 16:15).
g)    Debemos predicar el evangelio para hacernos copartícipe de él, porque es poder de Dios (1 Corintios 9:23).

¿Cuál es el perfil del discípulo que evangeliza a otro?

§       Una persona que conoce al dedillo, entiende y vive el evangelio de Cristo.
§      Es un conocedor de las Escrituras y vive escudriñándola sistemáticamente todos los días. 
§      Siente compasión por las personas que se pierden y viven bajo la esclavitud de los deseos de su carne y la vanidad de su mente.
§      Persona extrovertida, comunicadora, que habla con coherencia y dominio de la palabra.
§      Respeta las creencias y las opiniones de los demás. Practica la tolerancia. 
§      Busca el poder del Espiritu Santo a través de la oracion ferviente y una vida de devoción personal con Dios.
§      Persona piadosa, que paga lo que debe, y que es irreprensible en todo. De buen testimonio. Amante de la paz.
§      Vive conforme al fruto del Espíritu Santo que es el amor, desechando los deseos pecaminosos de la carne (Gálatas 5:19-23).
§      Persona sabia y prudente, no se deja envolver por discusiones ineficaces. Tiene dominio propio.
§      Sabe escuchar y evitar el enojo cuando le contradicen lo que enseña. Tiene control de si mismo.  
§      Evita las palabras necias y las discusiones no provechosas. Actúa con sabiduría, sabe cuando debe terminar su plática.  
§      Respeta las autoridades tanto eclesiásticas como civiles y militares, y de las institucionales, pueblo o país donde se encuentre.
§      Persona mansa, amable y humilde, evangeliza con amor, respetando el tiempo, el espacio y el derecho de los demás.

¿Cuáles son los tópicos principales del evangelio?
Para el discípulo evangelizar debe primero conocer los tópicos principales que definen el evangelio de Cristo, a fin de poder enseñarlos sin exageración ni quitarle ni ponerle ningún detalle. Pues, las Escrituras deben ser enseñadas tal cual es su intención comunicativa para lo que fue escrita. La Biblia (conjunto de libros pequeños) no es de interpretación privada, ya que ella misma es explicativa entre sí, solo hay que estudiarla con un plan sistemático y temático a la vez, con profundo respeto, tratando de buscar y conocer la verdad de los hechos.
El evangelio es un plan sistemático muy bien diseñado por el Padre Dios. Definido a la perfección en actos organizados en tiempos, espacios y épocas, con estrategias y metodologías bien claras y temáticas puntuales, que se cohesionan entre si de manera perfecta y coherente, a fin de que todos los humanos, pequeños y grandes, de todos los tiempos, culturas y razas, tribus, pueblos y naciones, puedan entenderlo perfectamente. Nadie tiene que añadirle ni quitarle nada. Y si lo hace debe abstenerse a las consecuencias descritas en el libro de Apocalipsis 22:18-19.
Los ejes temáticos que envuelven la evangelización son hechos que están organizados de la siguiente manera, ninguno precede al otro. Unos ya sucedieron, y otros aún no.
1º.  Dios es el creador del universo y de todo lo existente; los hizo para la honra y gloria de su nombre (Génesis caps. 1 y 2). 

2º.  Dios Creo al hombre y a la mujer perfectos, inocentes y buenos. Y eran sus apreciados amigos.

3º.  La desobediencia del hombre (Adán y Eva su mujer) a la ordenanza de su Creador, hizo que fuera vendido al pecado y condenado a tres muertes: espiritual, física y eterna. Y en esta venta fue incluido todo ser humano de todas las épocas y rincón del mundo (Genesis cap. 3). Convirtiéndose todos en enemigos de Dios.

4º.  El Padre envió a su Hijo Cristo a la tierra por amor, para pagar el precio del rescate de la humanidad perdida por sus pecados. Éste fue prometido a Adán, el dia que desobedeció (Génesis 3:15; Juan 3:16). Y ahora  Dios estaba cumpliendo con su promesa.

5º.  Jesucristo siendo Dios, habitó entre los humanos como hombre, para darnos a conocer el reino de su Padre y el plan de salvación, y para que volviéramos a amistarnos con ÉL

6º.  Fue torturado, vituperado y condenado a muerte de cruz, para el perdón de nuestros pecados.

7º.  Fue crucificado y sepultado, para que nosotros sepultemos junto con él nuestros delitos y pecados.

8º.  Al tercer dia resucitó, venciendo a la muerte, para que nosotros resucitemos con él a vida eterna, seamos nuevas personas, y alcancemos la vida eterna. 

9º.  Ascendió al cielo en una nube, y hoy está a la diestra del Padre intercediendo por sus discípulos.

10º.       Así como ascendió, así mismo volverá a buscar a los redimidos con su sangre y a establecer su reinado con ellos. Y a la vez, viene a juzgar a los que no creyeron al evangelio, grandes y pequeños (los que no resucitaron en la primera resurrección). Estos, después del juicio, serán lanzados al lago de muerte eterna, donde la muerte no tendrá pode sobre ellos.

 "Esta es la buena noticia de todos los tiempos" 

En síntesis, la evangelización es un acto puramente cristiano, ejecutado por los seguidores del Señor Jesucristo; aquellos creyentes que realmente sienten y entienden su llamado, que se someten a sus enseñanzas y quieren compartir con otros lo que por gracia Él les ha dado.
La evangelización no es una acción que depende sólo de la buena voluntad y el deseo de hacerlo. Es una actividad que no se debe hacer al azar. Primero hay que planificarla con mucho cuidado, ya que es un proceso que está sometido a unos principios bíblicos y cristianos, y como todo proceso, debe obedecer a unas estrategias y técnicas, a fin de alcanzar los objetivos planteados.
En segundo lugar, el que va a ejecutar la acción de evangelizar debe conocer primero el terreno donde va a sembrar: sus creencias, su cultura y sus costumbres, a fin de hacer uso de la metodología y las técnicas adecuadas para poder cosechar buenos frutos, ya que no todos los terrenos son iguales ni en todos germina la semilla, y aunque llegue a brotar, no crece. El hacer que crezca viene de Dios, no del sembrador. Pero, por encima de todo esto hay que anunciar el evangelio. 
Es oportuno cerrar este análisis con una de las ideas del escritor cristiano MacArthur, John (2011), el cual dice en su libro “La evangelización”, “que si todos los  creyentes en Cristo pensáramos detenidamente en la profundidad y el valor del evangelio para la vida de todo ser humano, y si tomáramos en cuenta  su significado, sus implicaciones, su simplicidad, su libertad y la bendición eterna que recibe todo aquel que lo acepta, el urgente deseo de compartirlo con otros sería irresistible”. Donde quiera que nos encontráramos, no pararíamos de predicarlo.
Esta es la razón – agrega- de que los nuevos convertidos al evangelio son los evangelizadores más apasionados, que, con escasos conocimientos sobre La Palabra de Dios y de la fe cristiana, les hablan a otros con mayor facilidad del gran amor de Dios que han recibo en sus vidas. De ser así, abracemos nuestro primer amor y no lo soltemos nunca, para poder hacer lo que nuestro Señor Jesucristo nos ordena, 


“Evangelizar es como un limosnero diciéndole a otro limosnero donde conseguir pan” D.T. Niles (1908-1970),






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